Las fechas de consumo en los alimentos

Pubicado el : 23/01/2018 17:48:49
Categorias : Noticias sobre el queso Rss feed

Al igual que la mayoría de los consumidores, probablemente usted tira la comida tan pronto como se excede la fecha límite de consumo. Pero, ¿estos plazos son realmente fiables, o sirven principalmente para presionar al consumidor y al distribuidor a desechar un producto aumentando el consumo?.

Un medio de comunicación belga, Rtbf, ha presentado una investigación al respecto.

Fechas para el consumo de alimentos

Los alimentos tienen tres fechas relevantes, que son la de Fecha de Caducidad, Fecha de consumo preferente o sin fecha. La fecha de caducidad (DLC para el estudio) es aquella a partir de la cual el alimento no debe consumirse. En esta categoría podemos encontrar carne, productos envasados, etc. La fecha de consumo preferente es aquella en el que el alimento, a juicio del fabricante, puede cambiar sus propiedades pero puede ser consumido. En esta categoría encontramos los quesos, los yogures, etc. Y el ejemplo más claro de producto sin fecha es el vino.

Para la prueba que realizó este medio de comunicación, seleccionaron yogures, humus, huevos, pizza empaquetada y queso. Le pidieron a un laboratorio especializado que procediera en 4 pasos: fecha más una semana, más dos semanas y así sucesivamente hasta las 4 semanas. Y eso no es todo: también probaron productos ya muy caducados: una lata de piña, un snack de chocolate, una tarrina de margarina ya empezada y, oficialmente, caducada hacía varios meses y, por último, pero no menos importante: unos champiñones enlatados cuya fecha de caducidad era del 2012! 

El resultado del análisis fue que todos los productos seguían siendo perfectamente consumibles, incluidos los champiñones del de 2012 ... " Al menos desde un punto de vista bacteriológico", aclara Jean-Yves François, director del laboratorio encargado del análisis. No hemos realizado pruebas químicas más complejas que podrían haber revelado problemas de traslación de propiedades nocivas del envase al contenido. Con el tiempo, por ejemplo, una lata puede oxidarse y contaminar el producto que contiene ". Aunque no fue el caso.

Revise bien las etiquetas y decida

De hecho, muchos alimentos todavía son comestibles mucho después de la fecha de caducidad. Este es el caso del café, el azúcar, el arroz, la pasta seca ... Para determinar estas famosas fechas, los fabricantes utilizan laboratorios que realizan el análisis y determinan una fecha de caducidad de acuerdo con varios criterios, tales como los ingredientes presentes en la receta, el método de fabricación, el almacenamiento ... A esto, los productores agregan un margen de seguridad, porque en el laboratorio, los análisis se llevan a cabo en condiciones óptimas, por ejemplo, con una conservación en refrigeradores a 3 grados, mientras que los refrigeradores domésticos muestran, en promedio, 9 grados.Además, más allá de la fecha indicada, temen que el sabor del producto se altere, incluso si desde un punto de vista sanitario seguiera estando perfecto. 

Lo ideal es respetar las condiciones de almacenamiento en el hogar y, sobre todo, aprender a leer las etiquetas: Los plazos para el consumo con fecha de caducidad, se refieren a productos que son rápidamente perecederos, y no es conveniente consumirlos una vez que esta fecha haya pasado. Por otro lado, los productos con una vida útil más larga están etiquetados con fecha de consumo preferente, y se pueden consumir después de esta fecha siempre que se almacenen correctamente, no se dañe su embalaje o no presente indicios de deterioro.

En el citado estudio se cita la estadística de que solo en Bélgica, ¡cada persona tira al menos de 345 kilos de comida al año por caducidad!. Ante tal desperdicio, Europa se ha apropiado del tema. Algunos diputados del Parlamento Europeo defienden una mejor utilización de los plazos para el consumo.

En el caso específico de los quesos que en España quedan enmarcados como “Consumo preferente” solo es indicado no consumirlo si presenta síntomas claros de deterioro: olor fuerte amoniacal, descomposición, picor excesivo al inicio o sabor agrio.

Fuente Rtbf Bélgica

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