Torta del Casar: un error convertido en éxito

Muchos conocemos casos en la historia empresarial de invenciones “fallidas” que al final terminan siendo éxitos empresariales sin precedentes.

Es el caso por ejemplo del Post-it. El 1968 un químico que trabajaba para 3M (Spencer Silver) desarrolló un pegamento sensible a la presión y reutilizable. Intentó sin éxito vender, dentro de su compañía, esta invención pero todo el mundo le dijo que era la cosa más inútil que habían visto. Seis años más tarde un compañero suyo (Art Fry) lo empezó a utilizar como marcador de libros y lo encontró de mucha utilidad por lo que decidió desarrollar la idea. En 1977 3M lanzó Post-it con el éxito comercial que hoy todos conocemos.

Pero el caso que queremos comentar hoy es el de la Torta del Casar. Durante muchos años algunos de los pastores que producían queso en la provincia de Cáceres tratando de hacer queso duro veían como algunas de sus piezas se mantenían blandas y casi líquidas. No sabían el porqué de este comportamiento en unas piezas y en otras no y lo consideraron durante muchos años un error en el proceso de maduración.

Estas piezas casi líquidas eran rechazadas, no se comerciaba con ellas y algunas quedaban para el consumo propio de los pastores. Con el paso del tiempo algunos pastores comenzaron su comercialización y obtuvieron el éxito que todos conocemos. Probablemente la Torta del Casar sea hoy uno de los mejores y más sorprendentes quesos de España.

La realidad es que la diferencia entre los duros y los que quedaban blandos se debía a las distintas condiciones de humedad y temperatura existentes en las zonas de maduración.

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